Por Economistas Frente a la Crisis.
Los datos de la Encuesta de Población
Activa muestran un buen comportamiento estacional del empleo, lo que
unido a la pronunciada caída de la población activa ha dado lugar a una
importante reducción del desempleo en el trimestre.
La reducción del paro es asimismo una
buena noticia, pues dejando al margen la caída de la población activa
hay un colectivo bastante numeroso de desempleados que, aunque sea
estacionalmente, ha encontrado empleo.
Son, en consecuencia, datos sin duda
positivos, como todo aumento del empleo y toda reducción del paro, que
suponen un alivio estacional para muchas familias.
Sin embargo, el análisis técnico más
detallado resulta mucho menos favorable, porque no se reflejan
tendencias positivas consolidables y porque se reafirman los graves
problemas de fondo, tanto económicos como de composición y
características del empleo y de la producción, que padece la economía
española.
Así pues, en Economistas Frente a la
Crisis (EFC) pensamos que estos datos no deberían dar lugar a
valoraciones demagógicas, sino a un análisis riguroso que permita
analizar y dar respuesta a los problemas que reflejan.
Pero, comencemos por explicar brevemente lo que muestra la EPA. Como hemos dicho:
1. Un importante crecimiento del empleo
(prácticamente 150.000), pero de carácter estacional, por lo que, aunque
sea positivo en sí mismo y alivie momentáneamente la pésima evolución
del empleo, no refleja un cambio en las tendencias de fondo del empleo,
que continúa cayendo, a tasas más moderadas debido a estos buenos datos
trimestrales, pero aún muy negativas: -3,6% interanual.
No puede ser de otra forma porque el
empleo no puede crecer sin que la economía recupere un crecimiento
robusto, y esto está lejos aún de alcanzarse.
La economía española continúa en recesión
y, como señalaba hace pocos días el Banco de España, se mantiene la
fortísima caída de la demanda interna debido a las políticas de
austeridad y de depresión de los salarios. Tanto consumo como inversión
mantienen una contracción considerable, y la positiva evolución de las
exportaciones no tiene capacidad para sostener el crecimiento del PIB. Y
sin crecimiento no puede haber creación de empleo.
Nada, por lo tanto, ha cambiado
lamentablemente en las tendencias de fondo, aunque las actividades
estacionales vayan mejor este año. Con la finalización del efecto
estacional también se producirá la destrucción de estos empleos. Por eso
es preciso que se cree empleo más allá del estacional, y eso requiere
superar la recesión y alcanzar el crecimiento económico.
2. La EPA también indica una fortísima
caída en la población activa, que se intensifica en este trimestre en
medio punto porcentual (la tasa interanual ha pasado del -1,0 al -1,5%).
Hay dos factores que están incidiendo
sobre la caída de la población activa: la reducción de la población en
edad de trabajar y el efecto desánimo provocado por la propia crisis.
El aumento del empleo estacional no tiene
la fuerza suficiente como para compensar el desánimo de tantos millones
de parados, la mayoría de los cuales lleva en el desempleo más de dos
años.
Esto se refleja (no exclusivamente pero
sí con mayor intensidad) en la población extranjera, en la que la
población activa se reduce con mucha fuerza a la par que se está
reduciendo la población en edad de trabajar (más de doscientos mil en un
año, una caída de nada menos que el 4,3%), al tiempo que en este
trimestre aumenta de forma significativa el número de inactivos
(+61.000).
3. El resultado combinado de la evolución
del empleo y de la población activa es una caída del desempleo en
cifras muy importantes en el trimestre: -225.000 y una reducción de la
tasa de paro cercana a un punto porcentual. Con ello, la cifra de
parados cae por debajo de los sicológicos seis millones, aunque la tasa
permanece por encima del 26%.
Sin embargo, como hemos dicho esta caída
del número de desempleados presenta en su composición y naturaleza dos
componentes desfavorables: primero, la transitoriedad, es temporal y a
la vuelta del verano el desempleo volverá a subir todo lo que ahora ha
bajado por el incremento del empleo estacional, y segundo, que en la
otra parte se reduzca debido al abandono del mercado de trabajo de
importantes contingentes de trabajadores que antes eran activos y
producían o querían hacerlo; hay menos parados debido a que hay menos
personas que quieren trabajar, bien por abandonar la búsqueda de empleo,
bien por abandonar directamente el país.
Esta es la interpretación comprensiva de
los datos más globales de la EPA del segundo trimestre. Junto a ello,
merece la pena destacar algunos datos significativos más.
Por una parte, la destrucción de empleo
asalariado indefinido que se continúa produciendo, y que de hecho se ha
acelerado de forma importante este trimestre al pasar la tasa de
variación del -3,5% al -4%. Junto a ello, todo el empleo creado utiliza
la contratación temporal. Al tiempo, prosigue la sustitución de empleo a
tiempo completo por empleo parcial, claramente en términos
interanuales, aunque en este trimestre se refleja de forma más matizada
al crecer también el empleo a jornada completa, si bien claramente menos
que a tiempo parcial.
Todo esto indica los problemas de la
modificación del marco laboral realizado por la reforma del mercado de
trabajo: porque no ha aprovechado la ocasión para superar la
temporalidad y precariedad del empleo (porque en buena parte la
estacionalidad es estable, regular y repetitiva y por lo tanto se podría
cubrir con contratos fijos discontinuos y no con contratos temporales
precarios), y porque aumentando la facilidad de despido ha provocado una
intensificación de la destrucción del empleo indefinido y justamente en
plena recesión económica.
La segunda cuestión que merece un
comentario es la referida a los datos territoriales, que confirman el
análisis que hemos realizado:
• El aumento del empleo se concentra especialmente en las CCAA con mayor actividad turística (Baleares y el eje mediterráneo).-
• La reducción de la población activa se
produce especialmente en las CCAA con mayor proporción de población
extranjera (Madrid, Cataluña, Canarias, etc.)
• La combinación de ambos factores
explica las CCAA en las que se han producido los mayores descensos del
paro (Madrid, Baleares, Andalucía, Cataluña, Canarias).
Asimismo hay que llamar la atención sobre
las gravísimas tasas de paro de seis CCAA que rozan o superan cifras
del treinta por ciento.
En suma, estamos ante un trimestre cuyos
datos en principio claramente positivos presentan muchas sombras porque
desgraciadamente el aumento del empleo no se va a consolidar mientras no
se supere la recesión y no crezca la economía, y porque una parte del
positivo dato del paro se debe al abandono de la actividad laboral de un
volumen de personas que antes trabajaban y buscaban hacerlo.
Con todo ello, estos datos ponen en
evidencia los dos principales problemas de la política económica
española: las políticas de austeridad, cuyos recortes en el gasto
público están provocando la recesión económica y la destrucción de
empleo, y la reforma del mercado de trabajo que, aparte de ocasionar una
grave depresión salarial que acentúa la recesión, está incrementando la
precariedad del empleo, al sustituir empleo de más calidad por empleo
temporal y a tiempo parcial."
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