Amplifier:Progresividad Astral
"Jueves 9 de mayo 2013, Bilbao, Azkena, 21.30 h, 15-18 €.
Pocas veces se habrá desplegado tanta parafernalia técnica en la pequeña sala Azkena como el jueves para el concierto de Amplifier, trío de rock progresivo filometálico gestado en Manchester en 1998 y que se presentó en quinteto escénico (¡tres guitarras!) iluminado por un par focos extras por ellos aportados (¡una vez que en el escenario del Azkena las luces lucen y refulgen sincronizadas con la música!). Todos los elementos de la caravana mancuniana vestían de negro y las corbatas mostraban un logotipo blanco tipo pulpo, desde los cinco músicos hasta el encargado del merchandising, pasando por los técnicos de luces, de sonido y de escenario, éste un canijo viejo y calvo que parecía salido de ‘El milagro de P. Pinto’.
Ante una audiencia escasa, escogida, masculina y juvenil (pegado al escenario, el guitarrista de Belako), y tras el calentamiento de Charie Barnes, Amplifier presentaron su disco ‘Echo Street’, y en 108 minutos y unos trece temas sonaron obsesivamente reiterativos pero bien conjuntados, con una disposición estética emparentable con bandas brit-pop tipo Keane. Apoyados por nutridas pedaleras dispuestas a los pies de los músicos, Amplifier oficiaron con las ventajas de los grupos modernos de rock progresivo, que conocen porque han estudiado todo lo anterior. Y sí, lo suyo es sinfónico, en numerosas ocasiones reminiscente de Pink Floyd (‘Old Movies’, ‘Where The River Goes’ y más), pero con numerosos toques actuales.
Entre los guiños actuales podríamos citar los ruiditos de Radiohead, la forma de cantar de Porcupine Tree, los momentos flotantes a lo God Is An Astronaut (‘UFOs’), los coros onda Opeth, la caída a los agujeros negros de Muse, la marcialidad de Nine Inch Nails, y una linealidad de metal intelectual (pensé en unos Cult Of Luna más espaciales que ancestrales, más oníricos que telúricos, por ejemplo en una de las mejores piezas de la velada, ‘Fall Of The Empire’, aquí va un video en un festival berlinés en 2012), un esmalte metalizado que casi nunca se quebró (una excepción fue la la pieza quizá más progresiva de la cita, ‘Interstellar’)."
http://bilbaoenvivo.wordpress.com/2013/05/12/amplifier-progresividad-astral/
Crítica de Lucas Manuel Varas Vilachán:
Amplifier descargan una tormenta(íntima)de decibelios en Madrid.
"El caso de Amplifier es extraño. Uno no termina de comprender qué le falta a esta banda para dar ese salto que les haga llegar al éxito en ese mundillo tan particular del rock progresivo. Aparentemente lo tienen todo: buenos discos, un líder con talento y carisma y canciones que se mueven a la perfección entre el sonido comercial y las múltiples texturas y atmósferas que tanto gustan a los aficionados del género. Cierto es que su camino no ha sido fácil. Tras un brillante debut y la decepción de un segundo trabajo en el que nunca creyeron, echaron el resto autoeditándose el arriesgado ‘The Octopus’. Una jugada que permitió a la banda de Sel Balamir recuperar la autoestima y el respeto suficiente para recalar en Kscope, uno de los mejores sellos en los que un grupo de su estilo puede trabajar y bajo el que han publicado su último trabajo, el notable 'Echo Street'.
Fue precisamente su reciente álbum la excusa para tenerlos estos días de visita en nuestro país, por primera vez como cabezas de su propia gira. Pero, como se pudo comprobar con la escasa afluencia de público que se dio cita el pasado miércoles en la sala madrileña Rockitchen, apenas un centenar de personas, Amplifier continúan sin dar con esa tecla que les permita movilizar a más gente.
De hecho no llegaría a la treintena las personas que, entre extrañadas y boquiabiertas, asistieron a la actuación de Charlie Barnes, músico multiinstrumentista que, añadiendo todo tipo de sonidos a las capas previamente creadas va generando sus propias canciones. El experimento en ocasiones resultaba fallido, pero en otras, gracias especialmente a la maravillosa voz del músico, sumergía al poco público de la sala en una catarata de sonidos e intensidad que llegaba a emocionar. En cualquier caso, una actuación por la que merece la pena continuar indagando en la música del joven artista.
Pero el plato principal llegaba sobre las 21.30, cuando en el escenario apareció el ahora cuarteto que conforma Amplifier, tras la unión del guitarrista Steve Durose, ex Oceansize, como miembro de pleno derecho de la banda. Una formación completada por el líder, Sel Balamir, como voz y guitarra principal, Alexander "Magnum" Redhead al bajo y colaborando en los coros y Matt Brobin en la batería, a los que había que sumar la participación del propio Charlie Barnes como músico de apoyo en la guitarra, teclados, coros e incluso algunas percusiones.
'Mary Rose', tema que cierra ‘Echo Street’, fue la encargada de abrir una actuación y supuso toda una declaración de intenciones de lo que depararían las dos horas siguientes: decibelios, mucha distorsión y más decibelios. Por si a alguno le quedaba alguna duda, durante el segundo corte, ‘The Wave’, procedente de ‘The Octopus’, trabajo de que la banda ha adoptado casi toda la iconografía que luce, Sel hacía claras señas a uno de sus técnicos: su guitarra debía sonar más fuerte. Ahora sí, todo parecía en orden. Y a pesar de que fueron muchas las ocasiones en las que la distorsión sonora era muy elevada, la sala cumplió incluso en los momentos de volumen más exigentes, sin ofrecer problemas en lo que al sonido se refiere.
En cuanto al setlist fue de agradecer que la banda no se estancara en su último trabajo. Con un buen balance de temas entre sus discos anteriores, con gran protagonismo para su sobresaliente debut y el excelente ‘The Octopus’, la selección fue lo suficientemente variada como para reducir los momentos de aburrimiento al mínimo. ‘Motorhead’, ‘Interglacial Spell’ o ‘Fall of the Empire’ sonaron rabiosas, con un Balamir sin concesiones de cara a la galería pero cumpliendo a la perfección en la parte vocal y con sus potentes riffs de guitarra, al tiempo que 'Durose' iba añadiendo capas y texturas de tintes postrockeros que en más de una ocasión recordaban a las de su banda de procedencia, Oceansize, tristemente disuelta a principios de 2011.
Temas largos y complejos entre los que se intercalaban cortes como ‘Neon’, ‘Old Movies’ o las brillantes ‘The Wheel’ y ‘Extra Vehicular’ del último disco, que ofrecieron los momentos de más sosiego, con unos Amplifier moviéndose brillantemente entre texturas delicadas y guitarras desbocadas, y en los que más se pudo disfrutar de la voz de Sel Balamir. Únicamente sorprendió la ausencia de la pegadiza ‘Matmos’, adelanto y uno de los cortes más reconocibles de ‘Echo Street’. En cualquier caso, un setlist convincente y que dejaría para los bises lo mejor de la noche. Volviendo al álbum debut de la banda, atronaron ‘Panzer’ y ‘Airborne’ dejando un inmejorable sabor de boca a los pocos asistentes. El resultado fue una actuación sin alardes, pero que permitió a los de Manchester demostrar que se mueven tan bien en los escenarios como en el estudio, con un directo sólido como una roca.
No puedo evitar cerrar esta crónica sin hacer una pequeña reflexión. No éramos más de cien personas en la sala. A 18 euros la entrada, la recaudación por la actuación ascendió a unos 1.800 euros, de los que hay que descontar casi 400 euros por la salvajada del 21% de IVA que pagamos en este país por asistir a los conciertos. Sin conocer al detalle los costes que acarrea la organización de un concierto de estas características, me pongo en la piel del promotor de turno y me cuesta encontrar las razones para traer de nuevo a bandas así a nuestras ciudades, más allá del amor a la música. Si a la poca expectación generada y una cultura musical en la que el rock cada vez tiene menos cabida se unen unos gobernantes que ponen todas las trabas posibles para espantar a los artistas, el futuro de la música en este país resulta preocupante. Ojalá me equivoque y volvamos a tener a estos geniales Amplifier de vuelta por nuestra geografía."
http://www.portalesquizofrenia.com/cronica-del-concierto-de-amplifier-en-madrid-8-mayo-2013/2013/05/amplifier-300/
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