domingo, 27 de diciembre de 2015

Outer Heaven,Wheater The Storm en Bilborock.

Ayer por la mañana,me entero de que hay en bilborock y gratis la presentación de un grupo de música que hacen rock progresivo y de bilbao,osea que en este mundo tan patético todavía hay signos para la esperanza,hartos del rock en euskera punkarra,letras antiespañolas y de todos los grupos iguales y financiados por la "casta".
Bueno al concierto,pensé que no habría nadie y la primera en la frente,para un grupo que nadie conocía casi tres cuartos de entrada y no creo que todos serian amigos,me imagine por un momento el underground progresivo todavía existe aquí.Me compre el disco sin oir ni una sola canción del grupo
y esta muy bien presentado en un bonito digipack.
Con unos ligeros minutos de retraso sobre el horario empieza la intro acorde como buen grupo progresivo que se precie,y nos van apareciendo cinco músicos y ya con los primeros acordes nos queda claro que son unos muy buenos músicos y que sus influencias están muy cristalinas.Hay que decir que los tecnicos de sonido,no eran los que siempre estan en Bilborock y eso se noto sobre todo en la primera canción donde el teclado no se oía absolutamente nada,asi como la voz del cantante que de repente empezaba a subir de decibelios como un avión y otras veces no se oia nada.Lo del teclado se soluciono a medida del concierto aunque,el teclista-guitarra les "LLAMO LA ATENCIÓN"
a la mesa por el sampler.El sonido mejoro durante el concierto pero no fue muy bueno respecto al sitio sagrado que es bilborock.Cuando subio la artista envitada que era una flautista,tampoco se le oía al principio.

Para mi este grupo es una mezcla de Marillion,Pendragon,Clive Nolan en las partes mas suaves y en las composiciones,es decir cuando mete el teclista o el guitarra el solo etc,todo perfectamente ejecutado,y a Enchant y Spock´s Beard en las partes mas duras e instrumentales que es donde mejor se mueve el grupo.La segunda canción fue una balada en la onda de la ultima etapa de Marillion y con un solo a lo Rothery.
La tercera creo que fue una cover entre Pink Floyd y un final de Genesis tocando el solo de Steve Hackett - Firth of Fifth,tocado magistralmente y casi llorando de la emoción.
La cuarta fue la mejor canción de la noche que era de ellos con una base instrumental abrumadora,perfecta,con cambios de ritmo,en fin con todo,magistral canción.Después pasaron a hacer una cover de Led Zeppelin que no me gusto en demasía(en general no me gustan absolutamente nada las covers de otros grupos),para eso ya están los originales.


Después tocaron varias canciones de su disco muy guapas y en la ultima con la flautista muy bien ejecutada pero penalizada el sonido y esta me sonaba igual que el proyecto de
Clive Nolan and Oliver Wakeman-Jabberwocky,y que no desentonaría en absoluto.Muchas aplausos entre la peña,curiosamente es de los unicos conciertos en Bilborck,donde un grupo no pide
que se acerque al escenario para estar mas cerca,es lo que tiene ser hincha del progresivo.Finalizo el concierto con dos extras mas en forma de covers una era The Big Medley de Dream Theater de
A change of seasons(Pink Floyd,Kansas,Queen,Genesis,etc)y para acabar los casi 1h 35 minutos el Perfect Strangers de Deep Purple.Aplausos para aburrir y la gente pidiendo la oreja.

Se notaba que estaban superengrasados entre ellos,pero para mi aunque el guitarrista tocaba como un fuera de serie,eso si sin despejar la mirada de la pedalera y era una maquina,el mejor fue sobre todo el bajista que le daba un empaque y un ritmo frenético.
Tanto el teclista,como el batería(algo mas de contundencia)tocan de puta madre y yo metería mas teclas,porque Emerson es mi Dios.Dejo para el final el cantante.Tiene una voz potente quizás hasta en demasía pero le encuentro una pega y esto es personal y espero que no se enfade.Como a todos los cantantes españoles le falla el idioma.A ver se le entendía todo y canta bien pero...no me engancha,no se es la forma en como dicen las palabras no se si me explico pero esto es un problema general de todos los grupos españoles.Ya se que si no lo hacen en ingles,las puertas se les cierran totalmente y si es un grupo español y progresivo pues mas(solo hay que ver la biblia del progresivo en Internet DPRP,donde los grupos españoles son la hostia hasta que patinan cantando).Es un buen frontman y además el grupo tiene actitud y mucha presencia.

Como buen grupo progresivo que se precie se hicieron esa foto con todos nosotros(jejjeje).
Pero bueno esto debe animar al grupo porque me lo pase genial y espero con ganas la continuación y que se consoliden que es lo mas difícil para un nuevo tiempo de la calma.Grupazo a seguir

martes, 15 de diciembre de 2015

El arma de guerra perfecto y español.

Increíble y alucinante articulo,imperdonable no leérselo.



"El perro del Pacífico

Javier Zardoya - 10-10-201
La historia ha demostrado que casi siempre llega un momento en la vida de cada hombre en el que no queda otra opción que elegir, barajar los naipes sobre el tapete de la vida y esperar que Dios reparta algo de suerte o que al mismísimo Diablo no se le trastabillen mucho los dados. A Vasco Núñez de Balboa le llegó ese momento un día de 1509.

Fue cuatro años antes de aquel 29 de septiembre de 1513, por el que pasaría a la historia como el primer occidental en alcanzar las aguas del Océano Pacífico. El baúl de las anécdotas está repleto a rebosar en vidas como las que llevaron los Balboa, los Alvar Núñez Cabeza de Vaca, los Juan Ponce de León (descubridor de Florida también en 1513) y otros muchos aventureros españoles de entonces. No resulta fácil quedarse con una carta, pero hay una muy genuina que resume bastante bien la clase de bravo que debió de ser el extremeño.

Cuentan las crónicas que allá por el año 1500, atraído por las noticias de los viajes de Colón e impulsado por las ansias de cuando se tienen 25 años, Núñez de Balboa se lanzó a su aventura en las Indias formando parte de la expedición de Rodrigo de Bastidas, recorriendo con ella buena parte de las costas del mar Caribe.

Hacia 1502, gracias al botín de varias expediciones en tierra firme, decide retirarse a La Española con idea de ejercer como agricultor en aquel vergel. Sin embargo la vida tranquila de hacendado en la isla no vino regada por el sosiego económico y se arruina. En 1509, acorralado por las deudas y sus respectivos acreedores, decide poner aguas de por medio. Había llegado el momento en el que se barajan los naipes.

Como no podía ser de otro modo, la huida estuvo a la altura histórica del personaje: se embarcó como polizón en una nao en el interior de un barril, acompañado de su perro Leoncico. No se hace difícil imaginar el cariño que Balboa debía sentir por aquel animal convertido entonces en su único patrimonio para no dejarlo atrás, pero ya no es tan fácil bosquejar la escena del extremeño vestido con toda armadura y escondido dentro de aquella pipa de madera junto con el perro. Debió de ser digna de película hasta que los descubriesen en alta mar.

Con no pocas artes, logró Balboa convencer al comandante de la nave, Martín Fernández de Enciso, de lo útiles que le serían sus conocimientos de las costas caribeñas para el devenir de la expedición. El de Jerez de los Caballeros salvaba así su pellejo de quedar colgado al sol en cualquier isla desierta. Una vez más, Balboa había lanzado sus dados apostando contra el Diablo, y había ganado por la mano.

En el envite a todo y nada por supuesto estaba incluido Leoncico, que no era lo que se dice un perro faldero para pasar por discreto polizón. Debía pesar sus buenos 30 o 40 kilos, y era un alano español, raza que por lo visto nos legaron los vándalos allá por el siglo IV en una de sus numerosas incursiones en la Península Ibérica. Con el devenir de los tiempos aquella casta prosperó y fue adoptada por los ejércitos aragoneses y castellanos en las numerosas guerras de Reconquista que les siguieron. Su “fuerza, nobleza, fidelidad y valentía” en mil batallas les dieron el definitivo pasaje a bordo para las Indias. De estos perros se decía que cuando entraban  en combate eran capaces de derribar y matar a un toro, y según los cronistas, “se apoderaban fácilmente de pumas, ocelotes, jaguares y hasta caimanes”.

Por lo visto a Leoncico el gen batallador le venía ya de estirpe. Era hijo de Becerrillo, uno de los primeros perros que viajó a América y participó en las primeras incursiones europeas en el nuevo continente junto a su amo, Sancho de Aragón. De la estima que los soldados españoles tenían por sus perros ya daba cuenta el cronista Gonzalo Fernández de Córdoba en su Sumario de la Natural Historia de las Indias (1526): “diez soldados con Becerrillo se hacían temer más que cien soldados sin el perro. Por ello tenía su parte en los botines, y recibía una paga como la de un ballestero. También recibía doble ración de comida, que en más de una ocasión era mejor que la de los propios infantes”.

No es ésta cita aislada del valor de los perros en la epopeya americana. El aventurero español Bartolomé Hurtado, fiel amigo de Balboa y que lo acompañó en la expedición definitiva hasta alcanzar el Pacífico, dejó escrito algo parecido: “Este hombre, se llama Vasco Núñez de Balboa, por otro nombre el Esgrimidor, pues sabe manejar la espada como nadie… su bravura es solo comparable con la de su perro Leoncico, este animalico que le lame ahora las botas… él solo es capaz con su amo, de hacer más estragos que todo un regimiento de soldados aguerridos”.

Claro que los indígenas tenían muy distinto concepto de los perros que acompañaban a los españoles. No fueron pocas las matanzas sin sentido que Balboa y otros conquistadores protagonizaron sobre los pueblos que habitaban aquellas tierras. En estas carnicerías, los perros tuvieron un papel esencial y pronto los indios comenzaron a tacharlos de “diabólica invención”. Tampoco los soldados que azuzaban a los perros debían apartarse mucho de este pelaje.

En el capítulo que dedica a la gesta de Balboa en Momentos estelares de la Humanidad,el escritor Stefan Zweig describe así el temperamento de la tropa ibérica: “Inexplicable mezcla la que existe en el carácter y naturaleza de estos conquistadores españoles. Devotos y creyentes como ninguno, invocan a Dios Nuestro Señor desde lo más profundo de su alma, pero cometen atrocidades. Obran a impulsos del más sublime y heroico valor, demuestran el más alto espíritu y capacidad de sacrificio, y al punto se traicionan y combaten entre sí del modo más vergonzoso, conservando a pesar de todo, en medio de sus vilezas, un acentuado sentido del honor y una admirable conciencia de la grandiosidad de su misión”.

Unidos en un solo conjunto, hombre y perro ibéricos, formaron el tándem perfecto para las primeras incursiones europeas en el continente americano. Los animales permanecían siempre alerta, no entraban en vanas polémicas como las que frecuentaba la tropa ni mucho menos se emborrachaban. Eran siempre la avanzadilla, los que descubrían los senderos y perseguían el rastro de la caza o de los indios en las enmarañadas selvas. Tampoco desertaban nunca.

Cada perro tenía asignado su cometido. Leoncico por ejemplo fue especializado en despedazar sodomitas lujuriosos, como los 40 o 50 indígenas que Balboa se encontró en una de las expediciones panameñas. Pedro Mártir de Anglería –quizá el primer periodista de América- en su Décadas del Nuevo Mundo (1530) relata así la matanza: “La casa de este encontró Vasco llena de nefanda voluptuosidad: halló al hermano del cacique en traje de mujer, y a otros muchos acicalados y, según testimonio de los vecinos, dispuestos a usos licenciosos. Entonces mandó echarles los perros, que destrozaron a unos cuarenta.
Su padre, Becerrillo, ya había protagonizado similares escabechinas algunos años antes. Sin embargo, el episodio sobre este perro y una vieja india prisionera que relata el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo en su Historia General de las Indias (1535) demuestra que la mayoría de las veces, eran los propios canes quienes tenían más piedad y miramientos que los soldados: “el perro se paró como la oyó hablar, y muy manso se llegó a ella y alzó una pierna y la meó, como los perros lo suelen hacer en una esquina o cuando quieren orinar, sin hacerle ningún mal... Lo cual los cristianos tuvieron por cosa de misterio, pues el perro era fiero y denodado; y así, el capitán, vista la clemencia que el perro había usado, mandóle atar, y llamaron a la pobre india...Y desde a un poco llegó el gobernador Juan Ponce de León; y sabido el caso, no quiso ser menos piadoso con la india de lo que había sido el perro, y mandóla dejar libremente y que se fuese donde quisiese, y así lo hizo”.

En otras ocasiones, los mismos perros eran usados como alimento humano. No pocas de las primeras expediciones españolas por tierras americanas acabaron en terribles fracasos. Al agotamiento, la belicosidad indígena, las lluvias, las marchas por espantables montañas e infranqueables junglas se le sumaba siempre al final el hambre y el desaliento. Sólo en la mesiánica expedición de Gonzalo Pizarro buscado el maravilloso y ficticio País de la Canela los supervivientes del viaje tuvieron que devorar a más de novecientos perros.

Como buen perro soldado, Becerrillo encontró la muerte en combate. Fue una flecha envenenada con ponzoña de los indios caribes en un ataque contra una hacienda que defendía Sancho de Aragón. Su amo removió cielo y tierra para salvarlo, pero resultó en vano.

Pero la sangre de Becerrillo no murió del todo. Continuó su estirpe leguas al sur del continente. El mejor de sus vástagos acompañó a Vasco Núñez de Balboa y esos 67 locos españoles que le siguieron paseando en la playa en aquella soleada mañana del 29 de septiembre de 1513, día de San Miguel Arcángel. Cuatro días antes, Vasco Núñez de Balboa y Leoncico ya habían oteado aquella mar desconocida de la que hablaban los indios desde la cima de una cordillera cercana. El nombre del patrón de los ejércitos de Dios fue empuñado para bautizar aquel golfo que 500 años después aún conserva.

Uno se los imagina admirando la inmensidad y bravura de sus costas, metidos en el mar hasta la cintura, probando el agua y dando fe que de verdad era salada; quizá también procurando algunos sablazos contra los árboles o escribiendo sus nombres sobre la arena. Otros acaso buscando otear el final de las aguas del mayor océano del planeta, cuyas olas engullían la vista.

Leoncico allí, contemplando la escena, como un soldado de cuatro patas. Alegre porque veía a los hombres con júbilo, intrigado de no entender el motivo de tanto alboroto. Jugando con las olas quizás, pero sin descuidar ni un momento esa mirada avizora sobre su amo; esa mirada que sólo los perros ofrecen sin esperar nada a cambio. Quizás ni siquiera entonces escribiesen su nombre sobre la arena."



lunes, 7 de diciembre de 2015

Estado actual

Mi estado de animo actual en una canción.

Hamlet:Limitate

¿has dudado alguna vez
sobre si estoy vivo o me siento bien?
¿sobre todo lo que he hecho hasta llegar?
de tener que hablar en bajo a poder participar
sobre que hago yo aquí, no es mi lugar
casi siempre odiado, casi siempre sin rival
me acostumbré y hoy me da igual
porque no te necesito, porque quiero que te quede claro.
Sabes quien soy, puedo dar fe
¿quién eres tu?, yo no lo se
Limítate a ver como paso (4x)
Hazme solo un gran favor
olvida que existo, es mucho mejor
ya no me motiva estar así
cuando nada me hace daño, cuando no se que decir
ha ocurrido siempre y pasará
que no importa lo que eres sino lo que serás
voy a asegurarme y no gastar
ni un solo minuto en tener que decir más
...en tener que decir más (4x)
En el fondo no hay lugar
si vienes de frente o si vienes de atrás
no hay motivo ni razón
solo que ahora soy yo y nadie más que yo
mucha prisa por llegar
y no sabes ni donde y cuando hay que bajar
es el precio por pasar
de querer tenerlo todo a querer ir más allá
...a querer ir más allá (1x)
Mucha prisa por llegar
y no sabes ni donde y cuando hay que bajar
es el precio por pasar
de querer tenerlo todo a querer ir más allá
Límitate (3x)
límitate, a ver como paso (4x)
límitate

El verdadero Milagro de Empel

http://www.abc.es/historia/abci-cuando-virgen-bendijo-tercios-espanoles-para-aplastaran-enemigo-batalla-imposible-201512010209_noticia.html