miércoles, 20 de mayo de 2009

De acuerdo al 100 por 100

Articulo de Enrique De Diego:
Nerón y Zapatero, vidas paralelas

En el personaje Nerón del peliculón ‘Quo vadis’ pueden encontrarse analogías con el comportamiento de Zapatero.
En algunas, Zapatero supera en irresponsabilidad a Nerón. Éste incendia Roma, Zapatero ha conseguido llevar su banalización nihilista a una extensión mayor: toda España.El incendio de España fue primero político y ahora ya es social.
En el terreno político,intensificando el big bang desintegrador puesto en marcha en la transición, España está en trance de disolución, a la que se resisten corajudamente las sociedades, como ha sucedido en Galicia y Vascongadas, a pesar de tener al frente a un presidente para el que concepto de nación carece de contenido objetivable y que ha llevado las cosas tan al extremo que ha roto la unidad de mercado y el principio de igualdad de todos ante la Ley.

Tras debilitar la idea y la realidad de España, Zapatero ha llevado a la sociedad a la quiebra, que es una forma extrema de incendio, de aniquilación.

Cuando el pueblo romano se revuelve contra Nerón, éste indica que se le prometa a la chusma lo que quiera: pan, vino, aceite, gratis, aunque no pueda cumplirlo.

Cada vez que Zapatero abre la boca es para prometer algo absurdo, desquiciado o directamente incumplible, como si a chusma irracional y degenerada se dirigiera. Lo acabamos de ver, superándose a sí mismo en su vacuidad, durante el debate del estado de la nación, cuyas patéticas promesas se han disipado en unos pocos días.

Nerón se considera irresponsable, siempre echa la culpa a los demás. En eso Zapatero le iguala y aún le supera. Nunca vio la crisis, pero no es un ignorante, porque la crisis –perfectamente previsible- ha empezado a existir cuando él se ha caído del guindo. Pero, aún con todo, la culpa la tienen las subprime, el contexto o si es preciso la oposición, que no ayuda o que –Pajín dixit- se alegra por el aumento del paro, juicio de intención con el que se trata de desviar la atención hacia algo tan obvio como que es el Gobierno el reponsable de cualquier situación nacional, incluida la desastrosa que padecemos.

Acosado el incendiario Nerón, recurre al fácil expediente de buscar un chivo expiatorio que lanzar a la chusma. Nerón culpa a los cristianos. En eso también Zapatero sale por el mismo registro. No se les echa a los leones, pero se trata de llevarles al ostracismo y se persigue incluso la objeción de conciencia, lo que sólo han hecho en el pasado los tiranos totalitarios.

Como si de estricta chusma se tratara, los mensaje del incapaz Zapatero, el presidente que ha vuelto a traer el hambre a España –el Ayuntamiento de Valencia va a destinar un millón de euros a alimentos-, lo que al populacho es la píldora del día después sin receta y barra libre en el aborto, en el asesinato del no nacido. E incluso la ministra de la igualdad en la miseria, la patética ahijada del caimán Chaves, no tiene rubor en mostrar su ignorancia decretando que no hay vida, no hay ser humano, hasta las trece semanas. El socialismo degenerado para una sociedad degenerada ha devenido en mezcla de bestialismo e irracionalidad. Hasta la lógica ha sido abolida por Nerón-Zapatero y sus mariachis de la casta parasitaria. Si hay vida a las trece semanas es porque la había ya antes y si la hay a los ochenta años es porque la había desde el mismo momento de la concepción y estamos ante un proceso vital que ninguna ley puede contravenir.

La diferencia entre Nerón y Zapatero es que a éste último le han votado once millones de españoles, mientras el primero era fruto de la degeneración de la monarquía hereditaria.

La cuestión es que Zapatero se dirige a la gente como si fuera chusma porque la chusma existe. No es un motivo menor de la crisis la degeneración de una parte sustancial de la sociedad. El presidente basura se dirige a la sociedad basura con la que se entiende y con la que establece complicidades en la irresponsabilidad y en el crimen. Esa sociedad lacaya y servil que está siendo llevada a la indigencia con altas dosis de cultura de la muerte. Arde España.

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