jueves, 13 de septiembre de 2012

Diego García de Paredes

 
"Tan valiente como rudo, tan fuerte como noble, Diego García de Paredes mas conocido como "el Sansón de Extremadura" fue de los mejores, si no el mejor soldado de la historia. Un hombre que no temía a la muerte y cuyo genio fruto de un gran carácter, era temido allá donde iba. Era un hombre que no pasaba inadvertido, de imponente apariencia física muy corpulento y con una potencia física sin igual. En combate era un buen hombre al que tener alado pero el peor que se podía tener enfrente, su manera de combatir es conocida por apariencia de que el buen Diego alcanzaba un estado cercano a la enajenación. Siempre defendió a su corona y trató de defenderla de todos sus enemigos, nada le podía molestar más que una ofensa a su patria. En ocasiones indomable supo llena su apellido de gloria y honor algo muy apreciado en la época y sobre todo era un hombre que no dejaba indiferente a nadie. Diego García de Paredes se convertiría en todo un símbolo para la época. Por desgracia mas sus hazañas no son tan conocidas como debería pero este soldado se merece un hueco en la historia.
Nombre: Diego García de Paredes.
Apodo: El Sansón de Extremadura.
Rango: Coronel del ejército de España y Maestre de campo del Sacro imperio Romano Germánico.
Guerras: Guerra de Granada, Guerra de Grecia, Guerra de Italia, Campañas en el Norte de África y Guerra de Navarra (Además de otras guerras o batallas menores).

Nacido en Trujillo (Extremadura) en 1468, desde pequeño Diego García de Paredes comienza a interesarse por el mundo de las armas, como inspiración su padre al que todo el día ve entrenando. Como todo hijo Diego comienza a querer imitarle aprendiendo a manejar la espada prácticamente desde que tiene uso de razón. Durante su infancia comienza a despuntar y se decía que nadie de su edad era capaz de ganarle en un duelo. Además de las armas también aprendió a leer y escribir cosa muy rara en la época pues en la edad media el índice de alfabetización era realmente bajo fuera de la corte y los monasterios. En 1496 Diego queda huérfano y se dirige junto a su hermano bastardo a Nápoles para luchar en la guerra de Italia, pero esta no era muy activa por lo que de ahí se fue a Roma y comenzó a servir a las órdenes del papado. Allí algún enchufe y una reyerta callejera en la que Diego García de Paredes mata a cinco italianos, hiere a diez, y hace huir a los demás le permite encontrar trabajo como guardaespaldas del papa Alejandro VI. Para el realizo multitud de servicios en el ejercito papal destacando la toma de Montefiascone donde arrancó de cuajo las argollas de hierro del portón de la fortaleza para dar entrada al ejército pontificio.
Su etapa en el ejército papal terminaría tras ganas un lance con un capitán italiano de los Borgia Césare el Romano, al cual decapitó. Este tenia influencias en las altas esferas lo que supuso la destitución de Diego García de Paredes y su encarcelamiento
Tras fugarse, el Sansón de Extremadura pasa por un pequeño periodo de servir para señores contrarios a los Borgia para acabar por volver a servir al ejército español. Su primera gran gesta ocurrió en Grecia, donde a las ordenes del Gran Capitán lucha en el Asedio de Cefalonia. En este, Diego se ve preso por una especie de garfios que utilizaban los otomanos para atraer a los soldados a su muralla para ahí matarlos. Diego consiguió zafarse del artilugio cayendo este en la muralla pero libre. Ahí comenzó una matanza, refuerzos y mas refuerzos se abalanzaban sobre el pero nada podía contenerle, Diego estaba desatado y mas y mas musulmanes probaban la hoja de su espada. Tras tres días (esto aparece en todas las crónicas reales) de lucha fue apresado cuando el hambre y la sed extenuaron al extremeño. Los turcos respetaron su vida ante la valía de la acción. El asedio continuó y cuando se desato el alcalde final, Diego echó abajo la puerta de su celda quedando liberado matando a sus guardias y colaborando en el ataque final. Fue aquí donde El Hércules y Sansón de España como así le llamaban sus enemigos comenzo a labrarse su leyenda.
Durante un breve periodo de tiempo el ejército español quedo inactivo, algo que Diego detestaba. Su participación en Cefalonia le valió el perdón del papa. Junto a su ejercito y como coronel Diego participo en las tomas de Rimini, Fosara, en los Apeninos, y Faenza realizando gestas "dignas de eterna memoria" según el Papa. A finales de 1501 comienza la 2ª guerra de Nápoles y Diego se reengancha en el ejército español. Allí lucha en sus batallas más importantes, y realiza su mayor gesta. Tras un reproche injusto del Gran Capitán Diego enloquece, y ciego por la rabia y la ira, se dirige el solo al puente del río Garellano donde hay un destacamento francés de 2.000 hombres. El puente solo deja lugar para duelos uno contra uno y uno tras otro van pasando los desafortunados franceses que siembran la zona de cadáveres. La bravura de Diego no parece tener límites y los franceses continúan muriendo a manos de este. Ni franceses ni españoles dan crédito a la escena, finalmente tropas españoles se acercan a su posición donde le convencen de retirarse dejando tras de si unos 500 franceses muertos sin que el Sansón Extremeño sufriese daño alguno.
Diego García de Paredes además de gran soldado era un gran duelista, batiéndose en escenarios variopintos, desde reyertas de bar hasta duelos concertados. Resultó victorioso en sus más de 300 duelos, habrían sido más de no ser porque muchos de sus contrincantes no se atrevían a presentarse a los duelos acordados. Su envite mas famoso ocurrió el 19 de Septiembre de 1502 cuando se acordó un duelo entres los mejores 11 caballeros españoles y los 11 mejores franceses, fruto de las burlas de los caballeros franceses ante los soldados españoles. Diego convaleciente de heridas de guerra acudió. En el lance un caballero español se rindió. Por el lado francés Diego mataría a un caballero y rendiría a otro. Cuando los caballeros españoles tenían arrinconados a los franceses, estos ofrecieron un alto a las hostilidades y reconocieron el buen hacer de los caballeros españoles, estos ya extenuados aceptaron el fin del lance pero ¿Todos? No. Diego García de Paredes no quería irse sin ser el total vencedor, y con las manos desnudas por haber perdido sus armas combatiendo, la emplea a pedradas con los franceses utilizando las piedras que delimitan el campo, tal fue el ataque de cólera que los franceses huyeron del campo.
Al acabar la guerra de Italia, el sansón extremeño volvió a España donde se encontró con un pueblo que lo consideraba un héroe pero también con una realeza que le daba la espalda sobretodo por su amistas con el Gran Capitán. Esto hizo que Diego perdiera la fe en la realeza y se dedicase durante tiempo a surcar los mares en busca de presas lo que le hizo ser incluso buscado por la justicia. Esta etapa no dudaría mucho y pronto volvió a servir a la cristiandad en la conquista del Norte de África donde mostró su valía en episodios como la conquista de Oran y el sometimiento de las coronas de Argel y Túnez entre otros logros. Tras la guerra en África participa en una serie de campañas enrolado en el ejército de Sacro Imperio Romano Germánico en Italia donde por ejemplo defendió heroicamente Verona. Su gran fama ya extendida a toda Europa le llevo a ser coronel de la Liga Santa y también participo en varias batallas con esta. Por ultimo fue caballero de espuela dorada del emperador Carlos V tras 3 años inactivos en su tierra natal, su última batalla fue la del Danubio contra los turcos, unos viejos conocidos de Diego. Finalmente ironías del destino Diego García de Paredes muere en Bolonia en 1533 en un simple juego de niños al caer de su caballo cuando intentaba golpear unas pajas con su lanza. Se fue aquel día un hombre de fuerza sobrehumana, leal como pocos y soldado como ninguno."


No hay comentarios: